< las mujeres de la indeendencia

El papel que desempeñó la mujer, durante la época de la Independencia, fue de transcendental importancia, no sólo en el caso de las esposas o compañeras, hermanas o amigas de los personajes de mayor relieve; cabe resaltar, que fueron importantes al momento de sostener el equilibrio de la vida cotidiana, acompañar a los soldados, como ocurrió con las llamadas 'Juanas', quienes marchaban tras las tropas siguiendo a sus hombres, ó aportar una cuota excepcional de valor y sacrificio, por amor a la patria, como ocurrió con doña Simona Duque, natural de la Villa de Marinilla, en el oriente antioqueño.

Ella, era hija de don Andrés Duque, hacendado de la región, y de doña María Rincón. Simona Duque, estaba casada con don José Antonio Alzate y como tal, era una matrona de costumbres tradicionales, como correspondía a su linaje familiar.

La matrona antioqueña había quedado viuda, y por aquellos días su familia dependía por completo de ella y del trabajo de sus hijos mayores; cuando José María Córdova llegó a Antioquia, tras el triunfo patriota en la Batalla de Boyacá, doña Simona, se presentó ante él para ofrecerle sus joyas más valiosas para apoyar la causa de la libertad.

El general Córdova aceptó este obsequio, considerando las dificultades que aún existían y los enemigos que aún quedaban por combatir, y cuando quiso ver de qué joyas se trataba, doña Simona hizo aparecer ante su presencia a sus cinco hijos, el último de los cuales era casi un niño. Él, sorprendido, le preguntó cómo iba a sobrevivir en adelante, si sus hijos eran el apoyo de su vejez. Ella respondió que aún tenía alientos para trabajar.

La actitud de doña Simona influyó de inmediato sobre otras familias, de tal modo que el ejército patriota amplió sus fuerzas en una buena cantidad de soldados, dispuestos a combatir hasta las últimas consecuencias, y con ellos se libró la batalla de Chorros Blancos, que dio la independencia definitiva a esta región.

Córdova, destacó de inmediato el papel heroico de esta mujer, considerando su viudez y las precarias condiciones en que había quedado, pero no quiso aceptar que todos estos jóvenes se incorporaran a las tropas, pues alguno debía quedar para cuidar de su madre.

Al escribir al general Santander, como encargado del Ejecutivo, anotó que: "Un rasgo tan sublime de amor a la patria merece la más grande consideración de parte del gobierno". Como respuesta, el vicepresidente Santander dictó un decreto, en el cual se anotaba que: "A la ciudadana Simona Duque se le suministrarán del tesoro público de la provincia de Antioquia diez y seis pesos íntegros al mes durante su vida".